martes, 21 de octubre de 2014

LA BRUTALIDAD CORRUPTA DE LA IDEOLOGÍA BURGUESA SE DERRUMBA FRENTE A LA IDEOLOGÍA

Y MORAL REVOLUCIONARIA 


“Las leyes del capitalismo, invisibles para el común de las gentes y ciegas, actúan sobre el individuo sin que este se percate. Solo ve la amplitud de un horizonte que aparece infinito.Así lo presenta la propaganda capitalista que pretende extraer del caso Rockefeller —verídico o no—, una lección sobre las posibilidades de éxito. La miseria que es necesario acumular para que surja un ejemplo así y la suma de ruindades que conlleva una fortuna de esa magnitud, no aparecen en el cuadro y no siempre es posible a las fuerzas populares aclarar estos conceptos.”

El Socialismo y el Hombre Nuevo en Cuba
Comandante Ernesto Che Guevara


Mucha agua ha corrido debajo del puente desde la Caída del Che en Combate en La Higuera de 1967. Desde los comienzos de la expresión más inhumana y genocida de la burguesía como fueron las dictaduras militares impulsando, desarrollando y perfeccionando la Doctrina de Seguridad Nacional,como el saqueo de los pueblos mediante la imposición del Neoliberalismo,pasando por el derrumbe del Campo Socialista, la resistencia del Pueblo yRevolución Cubana tanto contra el bloqueo como en el período especial de su economía, llegando a la irrupción del Zapatismo, el genocidio contra la ExYugoslavia, las Guerras Preventivas de George W. Bush y la continuidad de aquello por Obama contra los pueblos árabes hasta los extravíos de una izquierda que se levanta como continuadora de la lucha revolucionaria pero que sin embargo recoge y asume el programa del “progresismo” y de la derecha y con ello su moral y ética.

En este contexto, la figura del Che, su inmensidad, nace como producto de la historia y de la Revolución Cubana, incluso desbordo la misma, transformándose no sólo en un rebelde sino en una nueva forma tanto de concebir la filosofía revolucionaria, el accionar político y la propia Revolución, constituyéndose en un cuerpo ideológico sólido para los pueblos de la tricontinental y para aquello seres humanos puros y honestos que desde su realidad de países desarrollados, entienden fervientemente la necesidad de una revolución socialista como única forma de rescatar a la humanidad de su muerte final.

Los extravíos de la izquierda muchas veces se deben a la lectura parcial del pensamiento revolucionario, concentrándose algunas de ellas, en los aspectos del desarrollo económico, otros en la tácticas, estrategias y formas de luchas como también en el activismo y eso lleva a prácticas erradas de la política revolucionaria, pero esencialmente a prácticas reformistas de sus dirigentes al interior de la izquierda que se dice revolucionaria o por los cambios.

La Obra del Che en su médula e importancia central no está exclusivamente centrada en la valoración de la vía armada como forma de acumulación de fuerzas y de transformación de la sociedad, sino más que eso, en la valoración que hace de la Moral Revolucionaria, de la construcción del Hombre Nuevo, sea en la guerra o la toma del poder o en el transcurso de la lucha y esencialmente en el ejemplo, que a este respecto deben dar los dirigentes revolucionarios. El olvido involuntario, y quizás cercado por la urgencia de dar una lucha política de resistencia en contra del neoliberalismo por parte de algunos sectores izquierda, ha hecho que la reivindicación necesaria y urgente del Che como pensador de nuevo tipo se haga incompleta y permita así su vulgarización y hasta su comercialización.

Si escarbamos en el debate que el Che tuvo con los partidos comunistas reformistas Latinoamericanos, quizás encontraremos no sólo un debate en torno a la vía armada, al rol que le corresponde a los partidos comunistas en la historia, como partidos revolucionarios por definición, sino también encontraremos que dicho debate están cargados de una crítica desde la moral revolucionaria tanto a la construcción como a la forma que la dirigencia comunista tuvo para construir la fuerza material como para enfrentar la represión asumiendo muchos de ellos el rol burgués del dirigente, limitándose a la dirección desde las oficinas y no dando el ejemplo en la lucha concreta como lo hiciera el Che en Cuba, el Congo como en Bolivia.

La descomposición moral del reformismo ante la moral revolucionaria del Che hizo que el movimiento popular y revolucionario desbordara “las vanguardias” de los antiguos partidos comunistas y dio origen a nuevas prácticas y hasta nuevas formas organizativas como a la ejecución del programa de la revolución. Así nace el FSLN, el FMLN, la UNRG,las FARC, el ELN, las nuevas guerrillas latinoamericanas, con sus nuevos partidos revolucionarios y con nueva dirigencia.

En el caso de Chile, el ejemplo del Che tuvo dos expresiones nacionales concretas. El nacimiento del Movimiento deIzquierda Revolucionaria (MIR), y su dirigente emblemático Miguel Enríquez, y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), el Comandante Raúl Pellegrín. Cada una de estas experiencias, con sus propias particularidades se entroncan no sólo con el programa de la revolución cubana, sino también se emparentan con el Che. Por un lado asumen la lucha armada, por otro se debaten y se baten en contra del reformismo y por último, entregan su ejemplo y llevan a cabo aquello de “Hasta la Victoria Siempre”.

Tanto Miguel como Raúl se levantan en el contexto chileno como dos figuras moralmente indestructible y siendo ellos los mejores alumnos de la totalidad del programa guevariano lo cual los ha transformado en sus fieles continuadores hasta el día de hoy. La muerte en combate de ambos, que al igual que el Che, son el destino trágico de aquellos que entienden la revolución de una sola forma posible y sin negociaciones ni tratativas entre medios.

El ejemplo revolucionario y dotar a las nuevas fuerzas combativas de una moral de nuevo tipo es lo que, al final,llevará a los pueblos hacia victoria. Una dirigencia revolucionaria que asume la moral burguesa como suya no llevará jamás a su pueblo al socialismo por más que se declare revolucionaria por cuanto en su esencia no lo es y por su naturaleza política nunca está bien resuelto.

Es también en este sentido donde el pensamiento de Raúl Pellegrín, cobra vigencia e importancia plasmados en su documento llamado: “Acerca del Rediseño Político del FPMR” (http://www.archivochile.com/Izquierda_chilena/fpmr/de/ICHfpmrde0009.pdf), donde uno de los aspectos que toca es el de la Moral ( la moral del militante rodriguista en este caso), el rol del Jefe Rodriguista y la construcción moral y ética de sus cuadros posterior a la separación del PartidoComunista y el comienzo de la construcción del FPMR como organización revolucionaria.

Así, las enseñanzas del Che no sólo traspasa fronteras sino períodos, tiempos y eras. Mientras más avanza el capitalismo en eliminar la vida de la faz de la Tierra más se agiganta la moral revolucionaria del Che y la necesidad de la revolución socialista. Aun así debemos tener siempre en la mente, en nuestra acción política revolucionaria aquello que el Che también señalo en cuanto a qué:

“El camino es largo y lleno de dificultades. A veces, por extraviar la ruta, hay que retroceder; otras, por caminar demasiado aprisa, nos separamos de las masas; en ocasiones por hacerlo lentamente, sentimos el aliento cercano de los que nos pisan los talones. En nuestra ambición de revolucionarios, tratamos de caminar tan aprisa como sea posible, abriendo caminos, pero sabemos que tenemos que nutrirnos de la masa y que ésta solo podrá avanzar más rápido si la alentamos con nuestro ejemplo.”

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