jueves, 10 de septiembre de 2015

ALLENDE DEL FUTURO


Septiembre une a muchos corazones en nuestra tierra para recordar con honores a unos de los hombre más destacados del siglo XX en nuestro país y Latinoamérica, impulsor del programa más avanzados en materia de justicia social, soberanía y distribución de la tierra y las riquezas que se conozca en el marco de la lucha de clases desarrollado en esta larga franja de contradicciones llamado Chile, en los últimos lustros.

Allende, representó un programa socialista que el mismo definió como PATRIÓTICO, POPULAR Y REVOLUCIONARIO, aplicado en condiciones adversas y marcado por la tragedia y la traición, y que tanto por sus fines como por sus debilidades fue aniquilado por un enemigo implacable; militares y civiles de la ultra derecha política y económica, unidad a la pequeña burguesía y el imperio en su etapa de mayor expansión.

Allende no se autoeliminó, el combatió y murió en ese intento. La forma de sacrificarse habla mucho de su carácter y su visión de lucha. Sin embargo, se ha querido confundir esta actitud con el carácter pacífico del Programa de la Unidad Popular, buscando que su opción aparezca ante la historia no solo como una derrota militar, sino también ideológica y política, cuestión bastante discutible si considera la influencia que ha tenido este en los proyectos de muchos países en el mundo, pues la gente lo sigue recordando y apreciando infinitamente.

Los anhelos que el “Chicho” encarnó no han desaparecido con su ausencia, menos si con anhelos y ausencias se construyeron los destacamentos que impulsaron la resistencia a la dictadura armados de esperanza y fuerza material, esa que Allende buscó no usar para no sacrificar a su pueblo, pero que este escogió luego para defenderse, quedando claro que la democracia popular se diferencia de la democracia burguesa, porque es directa, concreta y justa.

En últimos documentales televisivos ha quedado demostrado cuanto se falseó la realidad por ese entonces, para justificar el Terrorismo de Estado, como para también esconder la gran resistencia y golpes certeros que las fuerzas populares dieron a la dictadura hasta dejarla tambaleando, momento que la oposición entreguista negoció la salida “democrática” que aún se cierne sobre los sectores pobres, mientras la clase gobernante se estrangula en corrupción y muere en la opulencia, imponiendo un desafío a las fuerzas revolucionarias: o seguirle el juego electoralista y legitimar aun más su sistema en crisis, o se rearticula de forma autónoma e independiente para levantar junto al pueblo sus demandas y reivindicaciones, hasta desplomar el aparataje constitucional imperante, y ello no necesariamente con un lápiz y un papel como le gustaría al reformismo se dieran nuevamente las cosas.

Después de 17 años de dictadura y más de 25 años de gobiernos civiles de la transición a la democracia más pactada y corrupta que se ha visto en país alguno, la figura de Allende y el ejemplo de resistencia que otros siguieron posteriormente a su sacrificio, sigue en pie, y es el germen sobre el que hoy se cimentan moral, principios y valores que más temprano que tarde impulsarán un nuevo proyecto revolucionario en Chile, siguiendo la senda también de Lautaro, Manuel Rodríguez, Recabarren, Clotario Blest, Miguel Enríquez, Raúl Pellegrín y Cecilia Magni.
Allende del futuro, este pueblo no se rinde. Por la Libertad de Ramiro y to@s los presos políticos chilenos, mapuche e internacionalistas…

Hasta vencer o Morir

Frente Patriótico Manuel Rodríguez de Chile

Editorial Rodriguista

Santiago, 11 septiembre 2015